LA FUNDACIÓN ALLENDE SE PROPONE SECUESTRAR LA COLECCIÓN DEL MUSEO ALLENDE.
Justo Pastor Mellado.
Agosto 2004

En la Tercera del 4 de agosto, Ricardo Miranda, en su columna de Cultura ha consignado la siguiente información: el Museo Allende busca nueva sede en el barrio República. La institución -que alberga una notable colección de arte ha decidido trasladarse pues Es más conveniente comprar una casa en la zona antes que remodelar el actual edificio en Compañía. La Fundación Allende preferiría invertir en la compra de un nuevo inmueble y no remodelar un lugar que no le pertenece.

La noticia no sorprende a la comunidad artísticxa, puesto que desde hace mucho tiempo que la Fundación ha resuelto renunciar a tener un plan de desarrollo museal. En el fondo, ha optado por secuestrar la colección en provecho de su afirmación como Fundación encargada de sostener un museo. Todo argumento que se remita a justificar esta acción en función de la falta de financiamiento no hace sino encubrir su estructural inoperancia en la materia. Las obras de la colección se han convertido en el único capital simbólico que posee para asegurar su sobrevivencia como institución que ha faltado, incluso, a su principal objetivo: trabajar la memoria de Salvador Allende.

Han sido innumerables las muestras de preocupación de parte de la comunidad artística en relación a este secuestro. Sin embargo, las advertencias que en todos los tonos se le han hecho a la autoridad en relación a este hecho, no han tenido efecto. Inclusive, la izquierda socialista ha renunciado a plantear las preguntas que corresponde, porque nadie en ese sector está dispuesto -al parecer- a pagar el costo político de un emplazamiento a los administradores de dicha memoria, como si la figura de Allende fuese un coto de caza privado de la familia.

Durante la Unidad Popular, las obras que los artistas del mundo donaron para la formación de un museo, lo hicieron pensando en que el destino de éstas era "el pueblo de Chile". Sería necesario reflexionar sobre el alcance que esta voluntad tiene en el contexto político en que se llevó a cabo el proyecto original. En esa coyuntura, la noción de "pueblo de Chile" puede ser un sinónimo de Estado de Chile, representado en ese momento por un gobierno determinado. Solo la excepción política introducida por la dictadura hizo que se buscaran formulas para que esta colección fuese preservada de una posible agresión. En el exilio, bajo la garantía de la izquierda, el museo tomó el título de Museo de la Resistencia, para luego, en el regreso de la colección formada en el extranjero luego de una segunda fase de donaciones, se transformara en Museo de la Solidaridad.

Solo la extorsión política de una familia que requería de una base simbólica que le permitiera sostener una Fundación, logró que durante el gobierno del presidente Aylwin se llegara a una solución "salomónica", cuyo fundamento jurídico jamás estuvo del todo asentado. Más bien, de parte del gobierno, hubo premura en delegar el manejo de las colecciones a una Fundación, casi como un modo de saldar una deuda política en la que la noción "pueblo de Chile" fue deportada, para habilitar la figura de un "comodato" que la ponía bajo el cuidado de la Fundación.

¿Qué significa poner al cuidado unas colecciones? Simplemente, desarrollar sus condiciones de inscripción y convertirlas en un referente significativo en la reproducción del saber artístico. Mal que mal, la anomalía de su constitución hace que este museo sea único en su género; lo cual exige de parte de sus garantes, una actitud consecuente con el desarrollo de la musealidad contemporánea. No bastaba, para ello, utilizar la figura de Carmen Waugh, a quien la Fundación no le entregó ni la autonomía profesional ni buscó los fondos para operar de acuerdos al standard que una institución como ésta requiere.

Hoy día, la Fundación, sabiendo que se ha puesto en duda la pertinencia de su cuidado, realiza esta operación destinada a confundir el verdadero fondo del problema: a saber, la propiedad y manejo profesional de la colección. Por que valga preguntarse: ¿a quien pertenecen las obras del Museo Allende? ¿Cómo se puede interpretar hoy día la noción "pueblo de Chile"? La Fundación Allende no ha cumplido con las más mínimas exigencias de lo que significa manejar un museo y poner en valor sus colecciones, a través de una política de archivo, de clasificación, de producción de exposiciones, de inserción internacional y de reconocimiento formal de parte de la comunidad museal internacional.

La excusa de no disponer de fondos para remodelar un edificio que no es de su pertenencia ha sido montada para evitar que la comunidad artística ejerza su derecho a impedir la operación de legitimación de un atentado a una memoria política.

Así como el presidente Aylwin intervino en representación del Estado, en la construcción de una figura de reparación de dudoso estatuto jurídico, es esperable que el presidente Lagos pueda también intervenir, con el propósito de impedir el secuestro de un acervo cuya conservación y desarrollo es un asunto que concierne a todos los chilenos.

artículos relacionados
 
[deje sus comentarios en el
Pizarrón de Mensajes]
   
www.sepiensa.cl

Sitio Web desarrollado por ©NUMCERO-multimedia - 2004 [webmaster]