El Peor negocio de Isabel Allende (2).

Isabel Allende no sabe cu�nto le puede costar el Museo Allende, bajo las condiciones de su nueva figura legal como Fundaci�n. De partida, debe disponer de un presupuesto destinado a explotar su anomalía constitutiva , que le permita ser reconocido como un museo emblem�tico del arte latinoamericano.

De otro modo, no podr�a poner en valor la iniciativa de un Memorial. La articulaci�n de la dupla Museo/Memorial no est� del todo asentada en las teor�as abiertas de la musealidad de arte contempor�neo. Se trata de una dupla que debe ser trabajada en lo conceptual y en lo historiogr�fico. �Acaso Isabel Allende ha presentado un gui�n al respecto? �Est� en condiciones de hacerlo?

Isabel Allende no sabe lo que dice cuando sostiene que el museo posee una colecci�n de arte moderno. Conoce muy poco la colecci�n. En verdad, el museo es tan solo contempor�neo y expresa un corte significativo de la coyuntura productiva de los a�os Setenta. Esta confusi�n se�ala la poca pertinencia que posee para manejar temas de esta naturaleza. Debe saber que hay algunas obras modernas y otras, proto-modernas. Pero sobre todo, contempor�neas, reflejo de dos coyunturas art�sticas encaramadas.

No sabe, con certeza, que es posible, a partir de las obras del museo recolectadas antes de 1973, reconstruir un �estado de situaci�n� del arte europeo del final de la Guerra Fr�a. Pero tambi�n, abordar las condiciones de aparici�n de un �realismo cr�tico� que ser� decisivo para el arte chileno producido durante la dictadura. Todo esto y m�s, se hace a partir de una estrategia de manejo de colecci�n. Y eso, sin mencionar la producci�n de muestras de intercambio, de mediana dimensi�n, como plataforma de reconocimiento del museo en la trama museal latinoamericana. Solo as� resulta posible re/visitar el arte latinoamericano en la coyuntura setentezca.

�Un Memorial Allende? �Bajo qu� concepto? �Ser� un lugar de culto laico donde se expondr�n los fetiches de la figura de Allende? �Que falta de cuidado! �Se exhibir� su guarda-ropa? �Sus objetos m�s personales? �Pedir�n al Museo Hist�rico los lentes recuperados? En definitiva: para la Fundaci�n, �qu� es un Memorial? �De qu� Memoria habla la Fundaci�n? �Cu�l es el gui�n que justifica el traslado y el cambio de figura? �Qui�n sabe algo de eso? �No se me dir� que nada de eso ha sido discutido antes de producir el traslado? � Cuando costar� producir un Memorial? Y de paso, perm�taseme preguntar: �Acaso la colecci�n del museo no habilitaba, en los hechos, un memorial an�malo? De eso hay que hablar: de la anomal�a que este museo significa, y que en ello reside, justamente, su valor m�s estricto.

Lo hago recordar: no existe en la historia del arte contempor�neo un museo nacido de la voluntad del arte de enfrentarse a los monopolios de las comunicaciones. �Si! el arte contra los medios. Esa es una ense�anza para los tiempos que corren.

�No habr� querido, Isabel Allende, hablar de un Centro de Documentaci�n? A�n as�. �En virtud de qu� pol�tica de recolecci�n documental? �Se recuperar�n los decretos presidenciales de Allende? �Sus propuestas de ley cuando fuera parlamentario? �Sus discursos de campa�a? �Habr� un �fondo sonoro�? O sea: �de qu� habla Isabel Allende cuando se refiere a un Memorial? �O habr� exposiciones diversas sobre la UP, as�, en general? �Con qu� gui�n? �Expondr�n colecciones de afiches? �De panfletos antidictatoriales? �De fotos? As� no se construye un Memorial. Tampoco un Centro de Documentaci�n ni un Archivo.

La Fundaci�n podr�a instalar un Archivo Allende. A�n as� ser�a preciso que se�alara un plan de desarrollo de archivos, definiendo prioridades y sistemas de recopilaci�n, almacenaje, fichaje, reproducciones, etc. Incluso, la Fundaci�n podr�a producir la gran empresa de montaje de la biograf�a de Salvador Allende. �Pero ni siquiera! Eso supone organizar el trabajo de equipos de investigadores, de acuerdo a un plan de ruta establecido por un comit� de expertos. La producci�n de biograf�a tiene sus leyes y podr�a constituir, por si sola, el objetivo de una fundaci�n destinada a producir memoria. �Es de eso que Isabel Allende est� hablando?

Pero no: Isabel Allende habla de un Museo, un Memorial y un Centro Cultural. Y se le agrega la sede de la propia Fundaci�n, en esa casa del barrio Rep�blica. O sea, ella pretender hacer �un Pompidou allendista� en esa casa. Pero carece de conceptos claros sobre el rol de cada �rea. Su propuesta carece de todo rigor, porque no explicita conocimiento alguno del campo en el que intervendr�.

Isabel Allende habla de un Centro Cultural, sin exponer pol�ticas de administraci�n de p�blicos diferenciados. Un centro cultural es una entidad destinada a la �animaci�n social y cultural�. �Ser� ese el prop�sito de una Fundaci�n destinada a proclamar la vigencia del Nombre Allende? �Y por qu� no un Centro de Estudios Pol�ticos? La propia Fundaci�n parece no tener clara su misi�n.

Sin embargo, la experiencia indica que una misma estructura que acoge un centro, un museo y un memorial debe disponer, no solo de una noci�n flexible de conducci�n multiprop�sito (sic), sino de tres modelos de direcci�n diferenciadas. �C�mo podr� asegurar este complejo y contradictorio modelo de gesti�n?

En el museo se necesita una direcci�n que defina sus necesidades curatoriales, de conservaci�n, de restauraci�n, de acuerdo las actuales exigencias de la din�micas museal contempor�nea.

En el Memorial se requiere de un curador-conservador que ponga en valor el Nombre, mediante un gui�n educativo centrado en la biograf�a, por adelantar algo. Ya que no sabemos de acuerdo a qu� modelo de memorial se adscribe.

El centro cultural debe tener un prop�sito m�s espec�fico que replicar el modelo de los institutos binacionales o el modelo de Estaci�n Mapocho. �Cu�l ser� su referente? No se sabe. �O solo estaba pensando en una �pe�a� para estudiantes? Probablemente imagin� que ser�a bueno disponer de una salita para dar pel�culas de �cine arte�. Tendr�a tambi�n un caf� que podr�a darlo en concesi�n al Tavelli. Y tambi�n, podr�a ocupar una de las salas destinadas al museo, a su exposiciones temporales, para darle oportunidades a los artistas j�venes. Todas estas actividades corresponden a las de un �centro de extensi�n� universitario, que como sabemos, solo son espacios de promoci�n y de relaciones p�blicas.

Isabel Allende, antes de su jubilaci�n de la pol�tica parlamentaria, dirige sus inversiones hacia la gesti�n cultural. Pero nada justifica el desmantelamiento institucional del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. Aunque exhiba la auto/complacencia relativa al goce del hecho consumado, nada de eso justifica que destruya un museo para hacerse de una nueva profesi�n.

�No ser�a m�s exacto �para el desarrollo del arte chileno- que el Museo de la Solidaridad Salvador Allende fuera un ente separado de la Fundaci�n Allende, que permaneciera en el edificio de la calle Herrera, con el consiguiente plan de refacciones estructurales, y que la mentada Fundaci�n se instale en la casa de Rep�blica, con todo lo que se le ocurra meter en ese recinto?

Diciembre 2004.

This entry was posted in escritos de contingencia and tagged . Bookmark the permalink.