INFORMES DE CAMPO

(Presentación de la Clínica de Arte Contemporáneo, que se llevará a cabo en el Museo Municipal de Bellas Artes J. M. Blanes, Montevideo, Uruguay, durante los días 2 y 3 de julio del presente).

El propósito de este seminario es producir un encuentro con artistas uruguayos que ofrecen un cierto rendimiento inscriptivo. ¿Qué significa esto? Simplemente, sostener una disposición conectiva que supone la existencia de un deseo de circulación internacional. Estos rendimientos y disposiciones generan masa crítica; es decir, proponen la instalación de una serie de polémicas relativas al fortalecimiento de una escena local interpelada por la existencia de la exposición de un artista extranjero. El seminario, entonces, se plantea más bien como un laboratorio que ordena sus reflexiones en torno a la noción de Informe de Campo.

Esta ha sido la noción sobre la que ha trabajado Justo Pastor Mellado, sosteniendo la hipótesis del curador como productor de insumos para el trabajo de historia. Toda curatoría es un dispositivo de intervención en un campo determinado; por ejemplo, una escena local, un campo de escritura. De ahí que la concepción de curador con que se opera no es la de una vedette del espacio del espectáculo museal, o de la práctica museal convertida en espectáculo, o incluso, del diseño de exposiciones como parte de la industria del entretenimiento institucional. Se trata más que nada de pensar en exposiciones centradas en la necesidad de la producción de archivos. No solo de archivos para la escritura de la historia del arte, sino de archivos para el estudio de las relaciones políticas y culturales, en sentido amplio. Sin embargo, esas historias se sostienen en la existencia de documentos que, una voluntad expresa de los poderes públicos, desestima como materialización de una memoria social determinada.

Lo que interesaba al curador era que los invitados fueran personas que hubieran desarrollado iniciativas de apertura y construcción de campo en las instancias que les hubiera cabido intervenir. No debían ser curadores ni artistas a quienes se invita para que muestren las diapositivas de sus montajes, sino sujetos que vinieran a hablar de sus experiencias, y de cómo éstas se podían transformar en dispositivos de producción, donde las obras fueran la expresión de una política de transferencia.

Es así que la noción de Informe de Campo va asociada a esta otra noción, que es la de “política de transferencia”. En términos simples, todo esto apunta a cómo se informan los artistas y sobre todo, al modo cómo van poniendo en función sus lecturas y discursos. ¿Cómo lee un artista? Es decir, ¿cómo analiza el campo en el que le cabe intervenir? ¿Desde qué lugar conceptual previo se trabaja la lectura de un artista? ¿Cómo lee las condiciones de constructividad de su proceso de trabajo? Esto supone entender que existe un conceptualismo implícito, una especie de “conceptualismo salvaje” que opera como trasfondo, en todo trabajo de arte.

En el armado de este seminario, así como en la concepción de la obra de Franco Guzmán, lo que se tenía como referencia de fondo era el texto de Raymond Roussel, “¿Cómo escribí algunos de mis libros?”. Pero este texto opera solo como una excusa formal; es decir, de método, ya que apunta a poner en evidencia la importancia de una propuesta similar, que se formularía de la siguiente manera: “¿Cómo produje algunas de mis obras?”. O sea, ¿cómo hice para montar un procedimiento?

En este sentido se planteó por parte de Nicolás Franco, la posibilidad de producir una instalación modular y por consiguiente abierta a la posterior incorporación de aportes locales. Entonces, la instalación se formuló como una especie de micro-museo dentro de un museo, ya que su función primordial es poner en juego, en interacción diversas experiencias, relatos y conceptos en un contexto estético. Su obra no hace más que cumplir el rol de un elemento de conducción, para la formulación de hipótesis cruzadas que deben provenir de las aportaciones de quienes acepten cumplir con las reglas del intercambio. Pero no hay que leer esta propuesta como una observación unidireccional, porque la base del procedimiento está en la apertura y la articulación de diversos tipos de conexiones.

Es así como éste es un seminario de “puesta en situación” de sí mismo y de unos relatos determinados. Es un seminario al interior de un seminario, de un modo análogo al juego de trabajar la idea del museo al interior del museo. En esta perspectiva, se les propondrá a los artistas la realización de una búsqueda documentaria de carácter sonoro, grafico u objetual, que sea susceptible de ser incorporada al montaje, el que irá “creciendo” gracias al aporte realizado por los artistas locales.

Este aporte tiene la intención de operar como un detonante de conexiones históricas, políticas y culturales, relativas a las coyunturas de ambos países y así plantear un informe de campo que proponga una reflexión estética sobre el lenguaje de los desplazamientos en el contexto internacional, problematizando la idea misma “localidad” al incluir experiencias personales en un contexto público. Resulta evidente que se trata de un método de trabajo posible, en que los detonantes adquieren simplemente el valor que tienen; el ser detonantes de relaciones sobre cuya tolerancia y rigor habrá que rendir cuenta en la discusión del propio laboratorio, que tiene por objeto delimitar un Campo, para habilitar un Informe.

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