Cultural Chandon es un concurso de artes visuales organizado por Bodegas Chandon. Tiene lugar una vez al año en una ciudad diferente de la Argentina. En su versión 2005 ha tenido lugar en Tucumán.
La tradición artÃstica de Tucumán se ha visto enriquecida en los últimos años por la consolidación de obras que le han permitido una gran visibilidad en la escena argentina. A ello ha contribuido la articulación de factores tan decisivos como el compromiso de la enseñanza superior de arte con aperturas formales que han puesto en tensión la tradición local. A ello se ha agregado el rol de una escritura local de crÃtica que ha sido clave en la difusión y legitimación de las nuevas propuestas. Y como tercer elemento, se debe reconocer el esfuerzo realizado por agrupaciones autónomas de artistas que han facilitado el encuentro con artistas y obras del resto del paÃs como del extranjero.
Un espacio local se nutre de su contacto no exento de contradicciones con la producción de arte y las iniciativas institucionales externas. Diversas iniciativas planteadas desde Buenos Aires, por instituciones privadas como Fundación Antorchas, asà como el apoyo de la dirección de Patrimonio y Museos de la Nación y el interés difusivo de Fundación ArteBA en torno al coleccionismo, han contribuido sin duda a la recuperación de un sistema de arte local.
No resultó casual que la tercera edición de Cultural Chandon 2005 se realizara en Tucumán, en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro. Este era un lugar que estuvo cerrado por diez años y que el gobierno de la Provincia recuperó desde hace un año. Escuché decir que los artistas lo habÃan abandonado. Es decir, que las contradicciones entre la institución polÃtica y los artistas eran insalvables. De este modo, los ejemplos de autoproducción de los artistas tucumanos pasó, necesariamente, por una alianza con instituciones privadas y públicas de Buenos Aires. De este modo, el arte tucumano pasó a adquirir una visibilidad consistente fuera de Tucumán.
El arribo de Cultural Chandon significó restaurar y poner en forma un edificio patrimonial que habÃa sido originalmente la sede del banco de la provincia. Pero, más que nada, permitió establecer la propia visibilidad del arte tucumano, para los propios habitantes de la ciudad. Y en ello, la prensa local colaboró de manera más que eficiente. Al punto de pensar que una nueva situación politico-cultural se plantea en la provincia, ya que todos los agentes del sistema local de arte saben perfectamente cuáles son sus logros y limitaciones. Sobre todo, tienen relativamente definido el horizonte de acuerdos inevitables que, de lo contrario, pondrán en crisis la situación ya alcanzada.
Un sistema local de arte funciona porque sus agentes producen acciones conectables, articulables, sustentables, en una perspectiva de poderes compartidos; es decir, con objetivos negociables y negociados. Esto es lo que hace la grandeza y consistencia de las escenas.
Las anteriores son condiciones que deben ser cumplidas en cualquier situación local, tanto en la Argentina, como en Chile o en Brasil. Mi fascinación por la escena argentina tiene que ver con la articulación ejemplar de sus sistemas locales. Mi diagrama de reconocimiento de las condiciones que permiten reconocer una escena resultan ser más o menos las mismas, en todas partes: universidad, clase polÃtica y medios de prensa. Solo la articulación básica de estos tres elementos permiten declarar la consistencia de una escena local. Es lo que ocurre, me parece, en Córdoba, Rosario, Tucumán.
No resulta casual, tampoco, que Cultural Chandon se haya realizado en estas tres ciudades. Esto ha sido la expresión de una polÃtica de fortalecimiento de las instituciones del interior. ¿Alguien lo señaló de antemano? Las cosas se fueron dando en función del análisis del comportamiento de cada una de las escenas. Ciertamente, Cultural Chandon de Rosario, hace tres años, estuvo en sintonÃa con la pronta formación del Museo de Arte Contemporáneo. De modo análogo, respondió a los deseos orgánicos de Córdoba, que tuvo en carpeta, hace unos años, el proyecto de re-edición de la histórica Bienal de Arte que marcara un hito en los años Sesenta.
Una iniciativa de esta naturaleza implica una intervención que será acogida, resistida, negociada por los diversos actores de la escena: museo, crÃtica, artistas, universidad, gobierno, coleccionismo. Depende de la madurez y sabidurÃa de dichos actores el establecer dinámicas de concertación mÃnima que permitan el fortalecimiento y desarrollo futuro del sistema de arte local.
Septiembre 2005