RELAX montó en el Museo Allende un dispositivo objetual de alta densidad narrativa: (A) un panel de exhibición de un impreso y de un manifiesto; (B) un escritorio videográfico; (C) un colchón dispuesto en diagonal; (D) una planera que contiene diagramas de flujo y una rueda de la fortuna. En suma, todo se asemeja a un laboratorio de producción gráfica. Sin embargo, RELAX no trabaja la ficción del archivo, sino la actualización del documento mediante su exhibición como hallazgo construido. Esto es dato muy importante en relación a la inflación de artistas que han causado un grave daño al trabajo de producción de archivo, convirtiendo el archivo mismo en dispositivo de trabajo visual, colaborando a expandir una calculada confusión, que culmina en el retoque de las fuentes para el trabajo historioágrfico. Es como apostar a la sobre explotación visual del archivo, justamente, para impedir su acceso por la vÃa de su saturación ostentatoria.
En (A: invest-panel), el impreso exhibido es un ejemplar del Frankfurter Allgemeine Zeitung del 21 de septiembre de 1973. En (B: drawwipee) el dispositivo de exhibición videográfico distingue dos áreas. En la primera, dos cintas de video reproducen tomas de vista de Santiago (escenas de dominio inmobiliario), y de Zurich, en que las imágenes están referidas a una central de distribución postal perteneciente a correo s estatales bajo amenaza de privatización. Los monitores están separados por un colchón, que sirve de prueba para demostrar la adecuación imposible entre la noción de “departamento piloto” y la planta real. En la segunda zona, una cinta video reproduce el gesto de copiado a mano de las fronteras de los paÃses en un mapamundi. Posteriormente, la lÃnea copiada con lápiz grafito es borrada. Finalmente en (D), los esquemas de flujo están destinados a demostrar las inconsecuencias e imposturas del discurso económico dominante, dejando la rueda de la fortuna para instalar un juego de términos complementarios, conducidos por la articulación dependiente “i am/i have”; yo soy, yo tengo; soy en proporción directa a lo que poseo.
En términos más estrictos, (A: invest-panel) sostiene un impreso de época; es decir, un ejemplar de la edición del 21 de septiembre que es exhibido como prueba de contemporaneidad; esa tinta impresa data, efectivamente, de esa fecha. Las condiciones de su impresividad exponen la historia de su duración. Finalmente, el impreso alemán acoge dos declaraciones que he seleccionado, de entre otras muchas. He dejado fuera, por ejemplo, la fotografÃa del desastre de un carro escolar desbarrancado durante un viaje de estudios. Daniel Hauser me señala que en una época, Alemania fue marcada por la cantidad de accidentes protagonizados por autobuses escolares. Pero esa fotografÃa está determinada por la colonización warholiana de la que todos somos cómplices a estas alturas.
En este panel de inversiones, hay un segundo elemento: un video que reproduce los mandamientos de una nueva misión, si se quiere, evangélica (diseminación del verbo). ¿Cuál es la misión?: 1.- desregular los mercados financieros; 2.- liberar el flujo de comercio a nievl mundial; 3.- reducir las polÃticas de estado disminuyendo los retornos impositivos; 4.- requerir a los estados la privatización de sus industrias. Pero la frase magistral, en contrapunto, se localiza al final del dispositivo: antiguamente los pobres luchaban contra los ricos; hoy en dÃa los ricos luchan contra los pobres.
En relación a lo anterior, el impreso de época señala cual fuera la condición para que en Chile fuese montado el efecto consecuente. Pero en términos gráficos, se valida por sostener dos bloques de textos: el primero corresponde al inserto pagado por una compañÃa de inversiones, que declara abierta las fronteras chilenas toda vez que ha sido reestablecido el orden. Hay que poner atención en la fecha. Eso es evidente. Sin dejar de mencionar la pertinencia que esta instalación sea alojada en el Museo Allende. Por eso, a lo que apunta la puesta en reserva de dicho inserto es el hecho de que existÃa una restricción que impedÃa las inversiones. En lengua de la época, inversión era sinónimo a despojo. Lo que RELAX desea poner sobre la mesa es que las facilidades de inversión de unos favorece la pauperización de otros.
El segundo bloque textual ha sido acogido por la sección de cartas al director. Este es un gesto indicativo sobre el carácter del periódico como campo de fuerzas: insertos y cartas son bloques subordinados e ilustrativos de una polÃtica editorial. Resulta curioso, en efecto, que el propio periódico publique la carta de un lector que pone en duda las condiciones de reestablecimiento del orden que favorece el arribo de las inversiones alemanas señaladas en el inserto.
Sin embargo, de estos dos textos, solo ha sido traducido el inserto: !Chile: invierte ahora! Posibilidades extraordinarias se abren debido a la nueva estimulación de todas las actividades económicas, incluso en el campo del mercado inmobiliario. Activos (capital) y el know-how son requeridos. Nosotros coordinamos por más de 25 años nuestra oficina con socios en Santiago. Nuestro socio está aquày muy pronto volverÃa Chile. Preguntas directas a: Ruckert VDM, 8022 Grenwald b. Munchen, Primelweg 5. Tel. 0811/6411355).
La carta del lector espera su traducción e incorporación tardÃa como un residuo de lengua atravesado por la subjetividad individual de un afectado. En cambio, el inserto corresponde a una redacción objetiva que pone en evidencia la voluntad del comanditario. Finalmente, un periódico se puede dar el lujo de publicar una carta que va contra su polÃtica, porque de este modo pone de manifiesto los términos de celebración de la derrota estratégica de quien la ha escrito. El inserto representa a quienes han triunfado y pueden disolver las lÃneas de las fronteras, para lo cual, debe quedar en evidencia el esfuerzo precedente invertido en marcarlas. La borradura de las fronteras apunta a describir de manera somera la dimensión que adquiere en las décadas posteriores a la publicación de la carta al lector, la recomposición de los mercados globales. De hecho, cuando el nuevo escenario económico del paÃs puede exhibir su recomposición irreversible, el Museo Allende acoge las obras que marcaron la fase anterior a septiembre de 1973, que se podrÃa caracterizar como el anverso desfalleciente de este reverso triunfante representado por la borradura de fronteras para invertir. El Museo Allende sostiene la memoria tardÃa de la derrota del nombre que lo habilita, como una “animita” destinada a celebrar el eco de su voz, como prueba de la frontera que separa los dos segmentos del enunciado que ya ha sido mencionado. De este modo, la palabra Allende sostiene la primera parte: “antiguamente los pobres luchaban contra los ricos”; mientras que el dispositivo del panel de inversiones sostiene la inevitabilidad de la segunda parte: “Hoy dÃa los ricos luchan contra los pobres”. Enunciados que resultan insoportables e insostenibles a quienes defienden los fundamentos de una transición democrática que cumplió con el “estatuto de garantÃas” implÃcito que la habilitaba, a condición de desregular los mercados, liberar el comercio, reducir el Estado, privatizando todo; que vienen a ser las acciones enumeradas de la estrategia de gobernanza que conduce la luchar contra los pobres, a través de la implementación de una polÃtica social destinada a administrar los efectos de inequidad programática que la caracterizan. No deja de ser ominosamente curiosa la acción de marcar fronteras sobre papel vegetal con lápiz grafito, reproduciendo el gesto arcaico del cazador que en las paredes de las cavernas dibujaba anticipadamente la presa. Marcar, para acercar y cercar, en lo posible, la representación con el deseo.