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CASO DE AMPLIACIÓN DE LOS SOPORTES EDITORIALES: REVISTA CASAGRANDE. En general, los textos que aparecen en la sección, analizan situaciones que ya han tenido lugar. En el caso que abordaré, la acción tendrá lugar el 9 de agosto, en la ciudad de Dubrovnic (Croacia) y será llevada a cabo por tres jóvenes chilenos: Cristobal Bianchi, Luis Carrasco y José Joaquín Prieto. Los arriba señalados forman parte de un colectivo editor de una revista de poesía: CASAGRANDE. Los conocí hace un tiempo. Me llamaron para mostrarme un trabajo de intervención institucional en el Metro de Santiago. Es decir, un intento de dislocación formal de la retórica visual del espacio-estación-de-metro, permitido por la autoridad del ente. La astucia del grupo consistió, justamente, establecer una negociación que amplió los límites de participación gráfica en dicho espacio. Remito a los lectores a su sitio www.revistacasagrande.cl para que se informen sobre los alcances de dicho proyecto. Valga recuperar aquí, esta idea de ampliación y traslado de los soportes editoriales clásicos de poesía. Bajo este aspecto, les indiqué, vuestro proyecto es reformista, en relación al tipo de uso e intervención del soporte. Sea, me respondieron. De lo contrario no habría negociación. La ampliación de los límites dependería, en parte, de un momento de seducción, o bien, de un equívoco, que finalmente debe ser asumido como decisión institucional. El hecho es que el efecto sobrepasa las espectativas e instala un nuevo escenario de discusiones formales sobre la ocupación de espacios. En el curso de esos debates se les planteó la idea de intervenir, en marzo del 2001, en el programa de Chile Poesía. Lo interesante es que intervienen en programas en curso. El contexto ya está dado. En esa ocasión, la lectura de poemas desde los balcones de La Moneda. ¿Cómo operar? Hablar desde una ventana del palacio era, probablemente, un acto escenográfico. La Moneda ejerce su sobrecarga. La poesía proferida desde allí debía, en el diseño de sus conceptores, limpiar de la memoria el peso de unas imágenes históricas, suficientemente reproducidas. ¿Qué pensó CASAGRANDE?
Trabajar desde el aire. No desde los cielos. Aire se vincula con espacio
aéreo. Los cielos hacen trabajar la imaginación teológica
de las multitudes. Cuando el CADA, en 1982, realizó la acción
"¡Ay! Sudamérica", que consistió en el "bombardeo"
sobre Santiago de un centenar de miles de panfletos conrteniendo una proposición
de arte, sin duda reprodujeron un procedente. Ampliaron y desplazaron
un gesto que ya había sido realizado por la industria de la publicidad,
cuando otrora, los aviones escribían en el cielo marcas de productos.
La situación se repitió cuando Raúl Zurita llevó
a cabo la acción de escribir un poema sobre el cielo de Nueva York.
¿Cuál era la base ideológica que sustentaba la acción?
El mismo lo declaró en términos de enfatizar que los hombres
siempre han levantado la vista hacia los cielos para escrutar su destino;
para leer la señal. En suma: reclamaban la presencia divina y hacían
estado de su abandono. ¿Cuál es la diferencia? Lanzar miles de marcadores, aunque la acción remita al universo del libro, pero a través de un inserto no esencial a su condición, seculariza el gesto de Zurita, que funcionaba, al menos en esa coyuntura, con una concepción beuysiana del poeta-chamán, que interpreta y expresa "el espíritu de la tribu". Hasta aquí, todo era muy claro. En lo de chamán de la Transición ilimitada. El poeta llora sus contradicciones y sublima el dolor del pacto de olvido. Que esto quede anotado para otra ocasión. ¿Qué hace CASAGRANDE? Ya no producir la insistencia en la mirada hacia los cielos, sino reclamar la atención sobre el procedimiento formal (tecnológico) que implica montar la operación. No se trata de una acción de arte sino de una operación de ampliación del soporte editorial, que reduce la instancia de impresión en provecho de la producción de una lluvia de papel. Ninguno de los tres operadores pertenecen al espacio de artes visuales, si bien sostienen con artistas visuales estrechas relaciones. Más bien incorporan a artistas visuales a proyectos que transitan en la frontera entre el espacio artístico y el espacio editorial no convencional. Esa ambigüedad de límites es uno de sus atributos. Otro atributo que habría que rescatar consiste en el acento puesto en los procedimientos de negociación, tomados prestados al arte sociológico de los setenta. Es decir, al desarrollo de proyectos que involucran a una determinada comunidad para montar operaciones de "repotenciamiento del imaginario de la gente", dicho con palabras de CASAGRANDE. En el imaginario fotográfico de post-guerra, Guernika, Hiroshima, Nagasaki, Dresden, figuran como íconos de los efectos de decisionalidad del mando militar, sobre lugares que, ensentido estricto, no eran "objetivos militares" En las guerras cercanas, Dubrovnic se incluye en la lista. (Perdón: La Moneda, ¿era un objetivo militar, en sentido estricto? Dejemoslo hasta aquí). El hecho es que Cristobal Bianchi, Luis Carrasco y José Joaquín Prieto, le escribieron al alcalde de Hiroshima, quien les respondió celebrando la iniciativa de lanzamiento de miles de marcadores con poemas impresos, pero les señaló que era imposible acceder a su petición, porque no estaban permitidos los vuelos sobre el área de impacto. Escribieron a la alcaldesa de Dubrovnic, la que les respondió afirmativamente. Hoy, estos tres jóvenes operadores editoriales se preparan para producir, en la noche del 9 de agosto, a las 17:30 horas de Chile, el lanzamiento desde una avioneta, de 100.000 marcadores impresos con poemas de treinta poetas chilenos y treinta poetas croatas. | ||||||||||||||
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