El Premio (2).
Justo Pastor Mellado.
Agosto 2005

En estos comentarios acerca del premio, había un dato sobre el que no había puesto suficiente atención. En efecto, pensé que el reglamento del premio había sido reformado. Pero en verdad, el Ministro Weinstein logró el cometido de dilatar a tal punto las discusiones del Consejo Nacional de Cultura en esta materia, que logró engañar a todos sus miembros, sometiéndose al autoritarismo destemplado del Ministro Bitar.

Todo iba sobre ruedas en Cultura, hasta que desde el Mineduc, el Ministro Bitar tomó conciencia del poder de designación que perdía, dejando que las cosas siguieran como estaban siendo. La cuestión del premio era de las muchas cosas dispersas que quedaron en una "tierra de nadie" cuando el gobierno tomó la decisión de montar el Consejo, para no tener que hacer un Ministerio. Otra de las inconsecuencias de esta orgánica contrahecha fue la exclusión de la Dirac (Cancillería) de este acuerdo. Es decir, el Consejo carece de todo poder efectivo para definir un esbozo, siquiera, de política exterior en cultura.

Resulta comprensible la ansiedad de los funcionarios del nuevo ente, en cuanto a gozar de un estatuto de completud, ya que están entre los fuegos pesados y cruzados de RREE y Educación. Respecto del premio, el Ministro Bitar no iba a dejar de intervenir en los últimos meses de su gestión. Con lo cual, retrasó y canceló el estudio del nuevo reglamento, arguyendo que esto debía ser objeto de una intervención parlamentaria. Eso significa, en términos estrictos, pasar por encima del Ministro Weinstein.

Se preparó, entonces, una reunión especial para darle un estatuto "de algo" a la operación de diferimiento del debate. A ésta se invitó a don Gabriel Valdés. ¿Por qué razón? Reponer al senador en esta lógica es instalar el criterio arcaico de la antigua "sociedad de amigos del Museo de Arte Contemporáneo" de la década del 60. O sea, este gesto es regresivo. ¿O se le cita por su proyecto de ley de donaciones? ¿Por qué mezclar la discusión del reglamento del premio con esto? Me inclino por el giro regresivo que el Ministro Bitar le imprime a una iniciativa del Ministro Weinstein.

Sin contar que ya se ha hecho habitual en él, desestimar el trabajo de estructuras del Estado, como cuando pasó por encima de la Comisión Nemesio Antúnez, al someterse al auspicio empresarial de un mural para el edificio de su Cartera. Eso revela una preocupante señal sobre la construcción de visibilidad de su paso por ese ministerio.

El caso es que el senador Valdés prometió hablar con el Presidente para agilizar el asunto. ¿Acaso Cultura y Educación requieren de un "notable" para acceder a Palacio? ¿No tienen peso político suficiente para hacerlo por si mismos? Pero todos sabemos que esa era una frase de buena crianza destinada a legitimar el retraso que el propio Ministro Bitar había fraguado para mantener el reglamento del premio tal como está. Así sigue siendo el "voto decisivo". .

El jurado está compuesto por el Rector de la Universidad de Chile, un representante del Consejo de Rectores, el premio nacional precedente, un representante de la Academia de Bellas Artes y el Ministro de Educación. La mantención de la actual estructura es un triunfo de Educación. ¿Con que cara se sentará el ministro del ramo en este jurado? Me refiero a su posición en el conflicto universitario. No hay que desestimar este factor. Es muy probable que le pase la boleta a la presencia universitaria en el jurado. ¿Con qué ropa? El representante de la Academia no se plegará a su decisión. El Ministro Bitar se ha quedado solo. Será más él quien se tendrá que plegar a la mayoría. Sin embargo, ¿estará en condiciones? Si fuera por eso, los universitarios representan tres votos. Pero están dispersos.

Aunque está por verse si el premio anterior votará por Dittborn. Habrá que ver si mantendrá su lealtad con "la casa". O sea, Matilde Pérez. Mal que le pese. Pero el representante del Consejo de Rectores, ya votó por un "conceptual" en la versión anterior. De acuerdo al criterio de justicia distributiva que funciona en estos medios, se supone que buscará un nombre nuevo, que lo vincule a un personaje de una filiación cercana a Opazo. Es aquí que entra a operar el lobby que Carmen Waugh y José Zalaquett están haciendo a favor de Ricardo Irarrázabal.

Desterrado el "factor Toral", por primera vez en mucho tiempo se levanta un nombre de peso que pudiera hacer frente a los candidatos Arcis-La-Chile. Esto supone una transformación radical del campo. Veremos cuánto pesa el polo de apoyo a Irarrázabal en el Ministro Bitar.

Supongamos que el rector de la Universidad de Chile y el anterior premio nacional voten por Dittborn. Le atribuiríamos al rector la capacidad de dejarse influir por Díaz. ¿Será posible? Sostengamos que eso es efectivo. Allí hay dos votos para Dittborn. Ahora bien: imaginemos que el representante del Consejo de Rectores y el Ministro Bitar voten por Irarrázabal. Todo esto indicaría que Irarrázabal poseería dos votos potenciales. Estamos dos contra dos. El que resuelve es el representante de la Academia. ¿Qué tal?

Obviamente, esto es pura especulación. El jurado es soberano.

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