Una Entrevista

El lunes 4 de septiembre, Luciana Lechga, periodista de Las Ultimas Noticias me envió un cuestionario para redactar el artículo que apareció en ese mismo periódico el martes 5 del presente. En razón del poco espacio de que dispuso y de los cortes que tuvo que hacer, solo hizo uso de una parte de la entrevista. Sus preguntas me parecieron muy bien planteadas por lo que solicité su autorización para publicar el cuestionario completo en esta página, a lo que ella accedió muy gentilmente.


 


El texto de la entrevista completa es el siguiente:


 


¿Qué comentarios has recibido después de la publicación de tu crítica?


 


– No ha parado de sonar el teléfono. He recibido muchos e-mails. En el Tavelli, ayer (domingo), mucha gente me comentaba el artículo aprobando sus términos. El sentimiento general es que todo el mundo del arte está de acuerdo con la critica.


 


-Antes ya habías criticado la obra de Parra, casi como una advertencia. ¿Qué te llevó a escribir ahora?


 


– Me pareció que la exposición de Telefónica era interesante, pero que formalmente había topado techo. La exposición de ahora no me pareció necesaria, sobre todo porque en el MAVI se montó, el año pasado, una extraordinaria exposición de Joan Brossa, el “poeta visual” catalán, que le dejó la vara demasiado alta.



 


– Luego de leer “El refrito de Parra”, la conclusión es que Parra vende gracias a la ignorancia de la gente. La muestra hasido vista por más de 70 mil personas. ¿Somos ignorantes los chilenos?


 


– En términos de arte contemporáneo, ciertamente desinformados. En el país de los ciegos el tuerto es rey. Eso no me parece admisible. El argumento de las 70  mil personas no es válido en este terreno. El
público ve lo que se le ofrece. Se olvida que es el público propio del Centro. No de Parra, directamente. 


 
-¿Qué otra muestra recuerdas que haya tenido tantas visitas en dos semanas?


 


– La de Claudio Bravo, hace años en el Museo de Bellas Artes; la reciente exposición mexicana, en el mismo CCPLM.


 


-En el texto hay críticas a la forma de la exposición, pero también a temas de fondo relacionados con la historia del arte.


 


¿No es un avance al menos que la gente se anime a ver una muestra dearte porque está de moda, como una forma de acercarse al arte y aprender un poco más?.


 


– Insisto en que la gente ve lo que se le pone delante. Por eso,  hay que cuidar  qué poner. Hacer una exposición es una responsabilidad ética.  Hay que elevar el rigor de lo que se ofrece. Las obras más didácticas son las más radicales. ¿Ahora,  quien sostiene que la visualidad de Parra está de moda?  La realidad de la calle está llena de esos lugares comunes. La calle está de moda. Aunque diría, sobre todo, que en este terreno, Parra está “demodé”. Los “antipoemas” ya son nuestra “antigüedad clásica” en la poesía chilena.


 


Te comento lo que dijo el editor de cultura de LUN. “Me parece mal que  se le confiera la misma autoridad a alguien que va pasando que a Justo Pastor. Su crítica es buena, fundamentada y sin embargo queda como un gruñón”. ¿Quedaste como  gruñón?


 


– Si. Un gruñón amargado. Pero es por falta de costumbre crítica en nuestro país. Finalmente, es tan solo una crítica.


 


-La respuesta de Colombina Parra, “Discurso elitista, léase KKdémico”, ¿qué te provoca?


 


– Decepción. Sobre todo, porque ella debe saber que mi posición no es la de un académico. Ella reduce mi discurso, me desestima como interlocutor. Yo le digo a ella que su montaje es desinformado, erróneo, sin ningún trabajo museográfico. Todo mal. Debiera aceptar que metió a su padre en un berenjenal. Eso es todo. Hablar de elitismo es como de “mala fe” populista.


 


-¿Con qué sensación quedaste al salir del museo?


 


– No es un museo. Es un centro cultural con salas de exhibición. Se diferencia de un museo en que no tiene colección. Lo principal de un centro de este tipo  es la coherencia de su política de programación. ¿Mi sensación? Tanto recurso para una mediocre exposición. Eso es escandaloso.


 


-De todas las críticas a la exposición, ¿cuál consideras que es la más grave en términos artísticos?


 


– Que no se ubica en el standard de la producción contemporánea; todos los objetos, la disposición, es como Dada, pero revenida. Lo más grave es que ofende la complejidad y el rigor que las obras chilenas de este último período han establecido. Por eso fomenta la desinformación.  


 


-Hay una corriente que quiere el Nobel para Parra. ¿Se lo merece?


 


– ¿En artes visuales? No creo. ¿Pero, hay un Nobel de artes visuales? Disculpa, pero es una alta de vanidad tremenda hacer esta exposición pensando en que puede generar simpatías hacia el Nobel. ¡Que triste! Espero que no sea el caso.


 


-Debo preguntar: ¿Qué motivó tu alejamiento de la Uniacc?


 


– Una diferencia de apreciación en torno a mi concepto de dirección de escuela. Es lo que suele ocurrir en las instituciones de educación. Usas una palabra muy delicada. Ayer, uno de tus entrevistados usó palabras que ponen a la Uniacc en un lío, porque en términos objetivos se instala en el rol de vocero de una institución con la que converso sobre otros modos de prolongar mi colaboración. En efecto, me he alejado de la dirección de una escuela. Probablemente, para acercarme a otras iniciativas de las que es prematuro hablar. 


 


-En resumen: ¿Cuál es la gracia de Parra que encanta al “pueblo”?


Tengo en mi mesa “Páginas en blanco”, sus obras casi completas. Lo leo desde que estaba en el colegio. Me marcó leer en mi juventud “Canciones rusas”, “Versos de salón”, “Poemas y antipoemas”. Siempre estoy atento a los ensayos sobre la importancia de su poesía, sobre todo lo que ha escrito Federico Schopf, por mencionar uno. ¿Y que te parece la magnifica experiencia de “El Quebrantahuesos”? O sea, la visualidad de Parra, impecable, por decirlo de algún modo, está en los
“Artefactos”; textos autosuficientes de gran brevedad que destacan por su eficacia verbal, pues Parra elabora y reelabora refranes, proverbios, aforismos, sentencias, epigramas, slogans, chistes o titulares de diarios. Por eso le encanta al “pueblo”. Y esto no es de mi invención. Lo cito de la propia introducción de María Angeles Pérez López, que escribe la introducción de “Páginas en blanco”.


 


Me atrevo a pedirte que me recomiendes otro experto que piense en los mismos términos que tú en cuanto a la obra de Parra.


 


– Alberto Madrid. Gaspar Galaz.

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