La Desobediencia.



















Ficha técnica
Título La desobediencia. De la serie Manual de instrucciones .
Técnica : instalación.
Materiales : estructuras de madera, carpa de plástico, agua, tejidos de algodón blanco bordados en blanco.
Autor : Osvaldo Salerno.
Año : 2003.









Localización : Galería Animal. Patio Esculturas. Santiago de Chile
Descripción La instalación se desarrolla a partir de cuatro estructuras rectangulares de madera que, unidas entre sí, conforman un solo cuerpo de 10 metros de largo por 4 de ancho y 0,13 de alto. Apoyadas en el suelo, dichas estructuras se encuentran cubiertas por carpas de plástico de color negro o blanco de modo que puedan contener agua a guisa de estanques. En esas piletas se hallan sumergidos cuatro paños de algodón blanco bordados con el aforismo Salí del encierro oliendo a intemperie. El texto, correspondiente a un escritor paraguayo (Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes 1990) se halla manuscrito y bordado en cuatro lenguas (castellano, guaraní, alemán y quechua). Algunos de los paños se encuentran en parte arollados en torno a un madero basto que oficia de carrete.

1.  La obra está planteada en discusión con el espacio particular donde será montada. Asume y refuta ese espacio: le sigue y le desobedece en sus funciones y su hechura. La sala en donde se instala la obra corresponde a un patio cuadrangular a cielo abierto de una galería de arte. El emplazamiento de la obra contraviene el sentido espacial y la función de un espacio dedicado a exhibir esculturas. Son contravenciones mínimas, como corresponde a una solapada maniobra de desacato: desencuadrado, el emplazamiento es acentuado en su falla por la desigualdad de los paños expuestos en las piletas: la diferencia de los lenguajes utilizados exige inscripciones plurales.

2. El descople espacial también puede ser vinculado al desencuentro que condena todo lenguaje: el signo siempre llega tarde o temprano y nunca puede corresponder a lo signado. La preocupación por las contingencias de la escritura ocupa un lugar central en todo el trabajo de Salerno. Por eso, esta propuesta asume un espacio desobediente a su propia categoría, insumiso ante su nombre y su palabra y, además, ante otros desencuentros que provoca la inscripción de la palabra.


3. Esta situación remite a las –fecundas- fallas de todo lenguaje. Por una parte, la traducción instaura una distancia insalvable entre el primer decir y el sucesivo, o los sucesivos. Cada versión en otra lengua supone una adulteración, una desobediencia al sentido originario. Implica, entonces, un riesgo: desarraigada de su origen, trasplantada, la significación puede afirmarse en su decir o verlo extraviado. Por otra parte, las lenguas distintas transcurren paralelamente entre sí sin poder coincidir del todo ni cruzarse, sin poder emerger totalmente del fondo de la memoria o de la historia diferente. En general, los países latinoamericanos manejan lenguas diferentes, esquemas de verbos sumergidos que esperan ser convocados desde lugares distintos, contiguos.


4. La coexistencia de lenguas que corren paralelas se relaciona también con ciertos recursos publicitarios que escinden el lenguaje y lo hacen discurrir por carriles separados. Ciertos manuales de instrucción, básicamente de uso de electrodomésticos, consisten en trípticos desplegables escritos en idiomas diferentes, profundamente desencastrados entre sí, desplazados en sus renglones, discordantes en sus espacios tipográficos. El afán del mercado por traducirlo y unificarlo todo no puede evitar la babelización de sus propios discursos, en cuanto los mismos están dirigidos a usuarios que comparten las mismas marcas de computadoras o lavarropas en contextos que – intransferibles en sus experiencias, incomunicables– no pueden ser equiparados.


5. La idea de pileta agrega sus propias connotaciones. El lienzo se halla bordado con un aforismo de Roa Bastos Salí del encierro oliendo a intemperie . El texto recuerda las desventuras de una historia reciente: la larga dictadura que padeció el Paraguay (1954-1989) y que lo llenó de calabozos, suplicios y claustros. De tormentos: los perseguidos políticos eran sumergidos en piletas para que confesaran, para que revelaran sus rebeldes voces. De encierro, pero también de esperanza: una esperanza impregnada de olores claustrofóbicos, marcada por el recuerdo del castigo.


6. La reiteración, la repetición obsesiva también es un castigo para quien desobedece el impuesto curso de las palabras, para quien las ahoga en el fondo de un silencio encerrado.


7. Idea de lo rev(b)elado. Expuestos a una intemperie, a una luz no adecuada a la exposición, la escritura aparece en parte borrada, velada. Se toma la figura, señalada por Justo, de la pileta=cubeta de revelado. La palabra expuesta y deshecha; la escritura, anulada.


8. La veladura de las palabras –la omisión, el silencio, el secreto- puede constituir un antídoto contra el castigo. Una desobediencia a la construcción de las columnas de palabras reiteradas.


(OSVALDO SALERNO).


Octubre 2003

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